lunes, 29 de diciembre de 2008

Gustavo Cerati : no se puede vivir en el limbo

En una entrevista Daniel Melero hablaba que vos padecías la fama. ¿Es para tanto?
-Leí el comentario de Melero y me parece que tiene que ver con su propia insatisfacción. Yo no sufro la fama. Es una bendición: no puedo estar en contra de eso. Creo que Daniel tiene ese problema por no haber llegado a esa circunstancia. A lo mejor uno no llega a eso o descree porque es mejor para su camino. Yo sinceramente siempre quise ser famoso. Quiero decirlo aunque suene mal. Siempre quise que mi música se difunda. No a costa de cualquier cosa.
-¿Con Soda Stereo sufrías el acoso?
-Hubo momentos que sí. No podíamos salir de los hoteles. Nos divertíamos con esa idea hasta que dejó de divertirnos. Empezó a complicarse todo: no podías salir a la calle. Pero tampoco fue tanto. De alguna forma lo buscamos. Nos hacíamos Los Beatles. Pero si te tirás un pedo lo sabe todo el mundo. Entonces tenés que acostumbrarte a eso: parecería que tu pedo es diferente, pero no es. Después tengo problemas con los reportajes.
-De hecho te cuidas bastante con las entrevistas que das.
-Porque justamente en una época sufría verme demasiado expuesto y diciendo pelotudeces. La verdad es que hay momentos en que te ves y te das cuenta que no sos vos. Vos anotaste en un papel que no es tuyo. Pero también hay que defenderse en este mundo. No hay alternativas. No pretendo agradarle a todos. Hay gente que me odia y si puede va a cambiar todo. Ya no me molesta: puteo, pero sería demasiado vivir en el limbo de la fama.

Fito Paéz: la fama es un turrón español


Los premios no interesan hasta que los dan", dijo Páez en rueda de prensa, al ser interrogado sobre si repercutirá en una mayor popularidad el galardón que obtuvo en noviembre al Mejor álbum de rock vocal con El mundo cabe en una canción.
"Y lo de famoso... ¿de qué?. No, la fama es un turrón español", comentó. "Yo creo que es una tontería eso", añadió. (http://www.esmas.com/ritmosonlatino/fama_ultima/684229.html)
( " Fama" es la marca de un turrón español)

"Quizás estaba un poco agobiado: el disco Tercer Mundo, gira, El amor después del amor, gira, Circo beat, gira, aaahh.... Basta. Era una especie de polvo larguísimo que no acababa más. Quería seguir, y no podía más. Estaba exhausto. Necesitaba poner algunos frenos, alguna distancia para seguir llevando adelante todo. La situación de la popularidad es extraordinaria, intransferible. Y no puedo estar arrepentido de protegerme. Con el éxito cambiás de vida. Todo lo que hacías no lo podés hacer más..."Por ejemplo ir al supermercado..."Ahora sí puedo ir, porque alejarse de los medios fue muy bueno y todo se volvió más relajado. Pero al estar tanto en los medios, la gente tiene la compulsión de tocarte y te pide un autógrafo, una foto..."¿Te sentías solo? "Solo, solo, solo. No sé en qué nivel podía estar charlando esto. Con Cecilia, obviamente, pero ella estaba haciendo su programa de tele y yo solo en los camarines, en los viajes. Era muy fuerte.
Agregó que "cuando te sales un poco de la vida mediática es muy bueno porque como ya no estás en los medios, puedes ir a comprar un helado, o salir a comer como una persona normal, puedes ir al bar y eso es genial, porque recuperás tu vida ordinaria y es fabuloso".http://www.lt24online.com.ar/2004news/05/03a.html

Andres Calamaro y la polularidad




, nota de Sebastián Ramos De la Redacción de LA NACION


" Buenas y santas. Voy en una combi para Barajas y se mueve un poco el teclado (a pesar del impecable estado de estas carreteras y caminos). Si mi estación de wi-fi portable funciona, hoy mismo arrancamos contestando tema: Popularidad, populismo, popularia, pop... Porque, qué gruesa y delgada línea separa la popularidad del folklore, de la fama, del cariño y del respeto del pueblo, del éxito. A Gustavo Bazterrica le gustaba decir: «No somos famosos, somos populares». ¿Tendría razón el sabio vasco o sería un slogan? Por lo visto, entre la fama y la popularidad, preferíamos la segunda. Llegué al aeropuerto, después la seguimos. A." Andrés Calamaro escribe diariamente, aunque no necesariamente canciones, como uno podría imaginar con tan sólo revisar su abultada discografía. Escribe en su blog ( www.calamaro.com ) y escribe mails a manera de precalentamiento antes de encontrarse cara a cara con LA NACION: "¿Qué significa ser un artista popular? Yo prefiero otros términos, como «cantor de Buenos Aires». Aunque el artista popular tiene otra raigambre que la celebrity pura. Popular tampoco es pop... ¡y pop no sé qué es!". -¿Siempre buscaste ser popular? -La verdad es que nunca lo pensé así, el populismo y la popularidad son conceptos cuasi peronistas... Como búsqueda, prefiero el éxito, porque el éxito es más amplio y todos buscamos un poco de eso: un científico, un deportista. Si entendemos la popularidad como el cariño y el respeto del pueblo, entonces puedo aceptar la responsabilidad, aunque no creo que haya vivido buscando justamente eso. Cinco días más tarde, sentado en un pituco bar de Palermo, el mismísimo Andrés Calamaro en persona recuerda su viaje relámpago a España, donde promocionó la salida de La lengua popular firmando ejemplares en una tienda de discos: "Al principio me sentí un gil laburante, pero después me consolé pensando que Borges y Lennon también firmaban ejemplares y terminó gustándome más de lo que pensaba. La idea de enfrentarme con tantos celulares y cámaras digitales me enfermaba un poco, ¿no? Pero me di cuenta de que mirar a los ojos a la gente, darles la mano, escuchar lo que quieren decirme puede resultar profundo, ¿verdad?".