En una entrevista Daniel Melero hablaba que vos padecías la fama. ¿Es para tanto?
-Leí el comentario de Melero y me parece que tiene que ver con su propia insatisfacción. Yo no sufro la fama. Es una bendición: no puedo estar en contra de eso. Creo que Daniel tiene ese problema por no haber llegado a esa circunstancia. A lo mejor uno no llega a eso o descree porque es mejor para su camino. Yo sinceramente siempre quise ser famoso. Quiero decirlo aunque suene mal. Siempre quise que mi música se difunda. No a costa de cualquier cosa.
-¿Con Soda Stereo sufrías el acoso?
-¿Con Soda Stereo sufrías el acoso?
-Hubo momentos que sí. No podíamos salir de los hoteles. Nos divertíamos con esa idea hasta que dejó de divertirnos. Empezó a complicarse todo: no podías salir a la calle. Pero tampoco fue tanto. De alguna forma lo buscamos. Nos hacíamos Los Beatles. Pero si te tirás un pedo lo sabe todo el mundo. Entonces tenés que acostumbrarte a eso: parecería que tu pedo es diferente, pero no es. Después tengo problemas con los reportajes.
-De hecho te cuidas bastante con las entrevistas que das.
-De hecho te cuidas bastante con las entrevistas que das.
-Porque justamente en una época sufría verme demasiado expuesto y diciendo pelotudeces. La verdad es que hay momentos en que te ves y te das cuenta que no sos vos. Vos anotaste en un papel que no es tuyo. Pero también hay que defenderse en este mundo. No hay alternativas. No pretendo agradarle a todos. Hay gente que me odia y si puede va a cambiar todo. Ya no me molesta: puteo, pero sería demasiado vivir en el limbo de la fama.