sábado, 25 de octubre de 2008

Adolfo Bioy Casares. el hombre que quería vivir el triple

DESGRABACIÓN que hice de una charla de ADOLFO BIOY CASARES en La Boutique del Libro , adonde asisti y que fue publicado en el periódico de la librería , un mes antes de la muerte del escritor.


Hasta en los últimos momentos de su vida Adolfo Bioy Casares conservó el aspecto de dandy impecable que lo acompañó toda su vida. Pese a hacer hablado cuentos de veces de lo mismo çon innumerables entrevistas, supo cargar sus testimonios de humor y picardía en cada oportunidad. Cuidaba su boina con la dedicación de las personas mayores que se sienten frágiles y vulnerables. Se enjugaba de los ojos lágrimas de risa. Porque vivió riéndose del mundo, de su obra y de él mismo.Pidió que le sirvieran agua “ Porque a mí me tiemblan las manos”. Y de tanto hablar, casi no la probó. Esta es la transcripción de una charla que dio Bioy Casares en la Boutique del Libro en diciembre de 1998. “ Estoy planeando una novela y eso me hace bastante feliz. Hago mi vida de siempre: voy a almorzar al restaurante Lola porque soy una bestia de costumbre.” , dijo , sonriendo pícaro.
- ¿Cuándo se dio cuenta de que su destino era la escritura?
- A los cinco años intenté enamorar a una prima mía con un libro llamado " Iris y Margarita”, que quería plagiar las obras de una escritora francesa bastante conocida en esa época, una marquesa de no sé qué que firmaba con el nombre de Gitte. Después de eso publiqué algún otro libro y un día publiqué otro titulado " Prólogo”, que quería decir que era el prólogo de mi futura obra literaria. Tenía diez u once años, y en ese momento fue cuando sentí que era escritor. Escribí entonces una sucesión de libritos que coincidieron imparcialmente como los ocho peores libros del mundo.
- En esa época.
- ! En esa época, en ésta, y en todas las épocas!
- ¿ La escritura es un acto de seducción?
- Así la consideraba, pero me hice un destino mejor que una simple seducción, aunque a lo, mejor nada hay mejor que una seducción lograda ¿no?
- Quiero que me cuente la etapa de su vida en la que lo acosaban miedos, y esos miedos desaparecieron el día que descubrió a las mujeres y fue feliz...
- Realmente sí, es una gratitud que les debo porque marcaron un cambio en mi vida . Yo vivía aterrado, no sé por qué. Mis padres salían y yo pensaba que no volverían jamás. Tenía todas esas desdichas, y el día que miré hacia las mujeres ya no me volvió a pasar. Escribimos según nuestras experiencias de la vida, y si uno tiene experiencias de amor, estas también tienen que entrar en sus libros.
- ¿Estar enamorado es un estado que provoca la escritura?
- Sí claro.
- Pero usted había dicho que cuando está feliz tiene ganas de escribir una novela. Dicho que hay toda una mitología de escritor triturado, que no sé si es cierta.
- No, yo eso no lo pasé. Para mí, escribir es muy fácil. Yo siempre he sentido la felicidad mientras he escrito. Ya también siento la misma felicidad cuando se me ocurre una historia. Me sucede estar pensando y de golpe me quedo paralizando y pienso que estas divagaciones me están llevando a una historia. Cuando me la puedo contar a mí mismo con claridad, invito a almorzar a una amiga y se la cuento a ella. Y si le interesa la historia me siento y la escribo.
- Hicieron muy lindas historias policiales para la colección Séptimo Círculo, ¿ Cómo empezó eso?.
- Borges y yo fuimos siempre muy lectores de literatura policial. Un día dijimos: Acá no se edita ninguna colección de literatura policial. ¿por qué no lo proponemos? Fuimos a hablar a Emecé y el director nos dijo que el policial era un género menor para ellos, pero que si queríamos usáramos nuestros nombre. Dejó claro que era un género inferior para ellos, pero no para nosotros. ( Risas) Publicaron las historias con el sello Emecé en la colección El Séptimo Círculo finalmente. Y me consta que mientras otras colecciones más ambiciosas no se vendían, el Séptimo Círculo era el caballito seguro de batalla.
- ¿ Supo por qué el policial era un género menor?
- El día que nos despidieron nos dijeron que a un escritor no le convencía ganar mucho dinero, que el Séptimo Círculo producía mucho dinero y que agradecían nuestros servicios. ( Risas)
- ¿ Lo extraña a Borges?
- Pero cómo no lo voy a extrañar. Sí... Eramos muy buenos amigos y la nuestra era una amistad del pasado.
- ¿ Cómo nació esta amistad? - -
Un día Victoria Ocampo nos obligó a ir un sábado a la quinta porque había llegado un extranjero ilustre y había que hablar con él. Estábamos sentados en una especie de banco raro, así: Victoria en el centro con el extranjero ilustre a su derecha, a la izquierda de ella Borges y yo, y más allá una lámpara. Victoria de pronto se levantó y dijo: “ Voy a tener que pedir permiso para decir una mala palabra “ Y dijo: “ ¡No sean mierda, hablen con el señor!” ( Risas) Entonces desde ese momento Borges no hizo más que hablar conmigo. Y de los nervios que le dieron, tiró la lámpara y todos los pedazos rotos quedaron en el suelo.
- ¿ Es cierto que Borges decía que Victoria se parecía a un tío de él que era marino? -
- Sí, es cierto. Decía que ell marino era muy simpático ¿ no? Pero sin embargo salía a la calle con los marineros y un lazo y enlazaba a las personas que veían pasar, y se las llevaba a los barcos. Llevaba a borrachos y a algunos que no estaban borrachos iban pataleando. ( Risas) Él decía que se parecía a una Victoria... un poco más viril.
- ¿ Cómo fue la relación suya con Victoria? -
- Fue buena, pero ella tenía una forrma de ser muy especial. Por ejemplo, una vez estando en Estados Unidos yo me fui a comprar un short. Victoria nos invitó a almorzar con otros intelectuales a la una del mediodía. Yo llegué a la una y veinte y Victoria me hizo sufrir bastante, porque me retó diciendo “ Andate a la miércoles “ y otras palabras más importantes. Tenía esa característica.
- ¿Cómo eran sus encuentros con Borges?
- Borges venía a comer a casa todas las noches y, supongamos, inventábamos una historia. Entonces Borges decía “ Por una vez vamos a ser razonables. Vamos a dedicar tres noches a conversar la historia y a madurarla “.Cuando acabábamos de comer, decía “ Bueno, basta de pavadas, vamos a escribir” Nos poníamos a escribir y al que se le ocurría la primera frase, la proponía. Quiero decir que nada en la vida puede ser más agradable que tener una colaboración con un amigo que uno quiere, si no se interpone la vanidad, si uno está dispuesto a reconocer que la frase que uno acaba de proponer no es muy buena, y aceptar lo que propone el otro. Es un ejercicio que no permite la vanidad. . - ¿- ¿ Y cómo era la mecánica de la escritura?
- Me confesó Borges algo que yo ya sentía: qué difícil era escribir solo. Porque cuando uno llega a una parte difícil, para el otro puede no serlo, y se escribe de manera mucho más fluida.
- ¿ Se divertían juntos?
- Nos divertíamos y nos reíamos tanto que Silvia, que estaba en la habitación de al lado y oía nuestras carcajadas, nos decía que no fuéramos idiotas. Borges tenía un gran sentido del humor.
-¿El humor es necesario en la literatura?
- Acá hay muchas mujeres y a mí me da miedo decir esto: muchas mujeres me dijeron que el humorismo aleja al lector del tema, que el lector lo ve como un tema externo, no como una realidad. He tratado de descartar el humor, pero recaigo en él. El humor es para mí como una modestia, como decir: “ No crean que es tan grave, tan importante lo que estoy diciendo. Esto se puede leer con una sonrisa”. Con el humor le quito solemnidad a la escritura.
- ¿ Los años restan solemnidad?
- Yo creo que tengo muchos años porque me lo dicen. Estaría dispuesto a vivir el doble y el triple, ¿ por qué tan pocos? Los años debieran dar visión más clara de las cosas, pero también traen boberías. No niego que a veces los viejos son bobos. -¿ Cómo nació Bustos Domecq?
-Miguel Casares era un tío mío que me encargó que escribiera un folleto comercial sobre leche cuajada y yogur. Como pagaban 16 pesos cada página, lo que estaba bastante bien, le propuse a Borges que nos fuéramos al campo a escribir ese texto. Hacía mucho frío, estábamos junto a la estufa tomando cacao, una taza tras otra, aburridísimos con el yogur y la cuajada. Entonces hablamos de escribir juntos una novela o cuento, y decidimos que lo íbamos a hacer. Pero como todo no pasa así en la vida, tres años después todavía no habíamos iniciado esa colaboración. Entonces un día que había ido a almorzar a la casa de Borges y me dice:“¿Qué te parece si empezamos escribir un cuento?”, Resolvimos hacerlo y fue el primer cuento de Bustos Domecq. Lo llamamos Seis problemas para Don Isidro Parodi y poco a poco nos fuimos degenerando, porque al principio teníamos un tejido bastante riguroso: contábamos historias que planeaban claramente las situaciones y después claramente las resolvíamos, en cambio, después nos dejamos llevar por el mogolismo, hacíamos bromas con todo y de pronto Borges me decía “Bueno, ¿y ahora qué hacemos con este personaje?¿Cómo resolvemos esta situación?” ” Usted dijo una vez que el encanto en una narración está en la construcción del personaje.¿ Esto es así?
- Sí, hubo un peluquero que se convirtió por eso en huésped de la Penitenciaría, era un detective sin salir de la celda donde estaba preso y por eso resolvía problemas. Se llamaba Isidro Parodi y el primer libros se llamo Seis Problemas para Don Isidro Parodi. Era en realidad un peluquero de la Avenida Quintana que por casualidad compartíamos Borges y yo. El personaje existió y tenía una peluquería en avenida Quintana entre Rodríguez Peña y Callao.
- ¿ Qué le llamó la atención de este peluquero para convertirlo en un personaje de ficción? Tenía un tono de sapiencia, de ser un sabio.Por eso lo convertimos en nuestro director detective.
- En la experiencia de su vida ¿ aparecen primero situaciones o personajes?
- .Yo creo que los cuentistas inventamos situaciones y tenemos que buscar los personajes. Y los novelistas tienen personajes pero les cuesta encontrar las situaciones. Por eso, yo creo que aunque escriba novelas soy una especie de cuentista. El cuentista tiene primero la historia.
-¿Dónde se siente más cómodo? ¿ En el cuento o en la novela?
- Comentaba con Borges que cuando se hace una historia creo que la primera página es la más difícil. He dicho que tenemos que aprender a escribir cada libros que escribimos, porque el principio apenas logramos a escribir y llegamos al final de la primera página, la segunda es refácil , la tercera es fácil, la cuarta es fácil y así se sigue.
- ¿ Usted ha notado si con la edad disminuye la capacidad creadora o no?
- Hasta ahora, quiero creer que no. Todo es posible. No me voy a engañar.¿ ¿Cómo fue escribir con Silvina Ocampo? -
- Muy bien. Escribía muy bien Fue unna temporada en Mar del Plata que alargamos hasta mayo. Fue bueno escribir la novela “ Los que aman odian”, la única que hicimos juntos. Y nos hemos preguntado tanto ella como yo porqué no hemos escrito otro libro.
- ¿ Por qué no lo hicieron? -
-No sé.
- ¿ Intentó alguna vez la poesía?
- Sí. Hay un libro mío que se llama Guirnaldas con amores, en el que entre un cuento y otro suele haber un poema. Nada me gustó más que escribir estos poemas. Voy a decir una frase que puede parecer petulante pero que no quiere parecer petulante. Ejercí la literatura de un modo más intenso. Ahora, las cosas no me proponen poesías sino cuentos y novelas. - ¿ La poesía es el grado más intenso de la literatura?
- Para mí, sí: uno está apegado intensamente a la creación de ése texto breve.
- ¿ Puede ser que haya una más exposición de uno en los poemas?
- No, no es como una exposición de uno. Es como un sentimiento intenso que uno puede sentir pero que no es su personalidad, no se confunde con su personalidad.
- ¿La poesía es cuando uno es adolescente se inicia en la poesía?
- No, yo empecé con cuentos y novelas y mucho después, cuando yo tenía cuarenta años escribí esas poesías de Guirnaldas con amores. Me gustaría tener otra vez una necesidad así de escribirlas.
- ¿ Cómo trabaja? ¿ Tiene un sistema para hacerlo, es ordenado?
- Sí. Si estoy solo escribo a la mañana, y si tengo ganas escribo también a la tarde. Ahora generalmente tengo entrevistas con el periodismo y escribo cuando me voy a Europa.
- Ya que menciona Europa ¿ Qué le aportaron los viajes?
- Muchas tardes sin interrupción para poder escribir.
- ¿Es cierto que a veces en el cuarto de un hotel escribió más cómodo?
- Pero cómo no, al cuarto de un hotel le debo buenas novelas, comparadas con mi posibilidad de escribir.
- Es curioso que los viajes le ocuparan un espacio para escribir. ¿ Los viajes no le interesaban?
- Había muchas cosas que me interesaban, pero digo que uno es muy egoísta cuando escribe y piensa que lo más importante es lo que está escribiendo. Si concluía algo, leía algún pasaje... Tengo buenos recuerdos de Europa. Pero lo primero siempre es la literatura. Lo primero va a ser la escritura cuando me vaya a Europa. Tengo una invitación para Leipzig en marzo, para Venecia en abril. Para partís entre esas dos y después me voy a un lugar que se llama Caen sur Mer donde me voy a alquilar un departamento y donde espero a escribir una novela que estoy empezando. Ya tengo los personajes, la historia, todo, y ha sido muy satisfactorio el descubrimiento.
- ¿ Nos cuenta algo?
- . Les cuento cómo es el comienzo: hay dos amigos, dos señores que inventan un sketch para hacer juntos y lo hacen delante de amigos de ellos, tienen un humorismo de un estilo que a los otros los hacen muchos felices y les dicen que lo tienen que hacer en público. Entonces lo hacen en el Tabarís y tienen mucho éxito, Después con el tiempo uno y otro se casan y tienen hijos y quieren que la amistad que tenían entre ellos siga en los hijos, y ahí empiezan las discordias, un hijo se va, el otro lo persigue, y ahí sigue.
- Ahora que nombró el Tabarís, yo le voy a pedir que me cuente la historia tan linda que vivió con esa bataclana ,¿Cómo se llamaba? -
- Sí: Haydeé Bozán Yo estaba perdidamente enamorado de Haydeé Bozán. Un día que yo me quedé mirando la vidriera de una juguetería, el portero me dijo “ Tenés diez años, ya sos un hombre, ya no te interesan más los juguetes: te interesan las mujeres.” Entonces la llamé por teléfono a Haydee Bozán y me citó para la salida de los artistas en el teatro. El portero me prestó sus pantalones largos y vi la cara de ella con sorpresa y con disgusto: esperaba a un hombre y se encontraba con un chico. La llevé a su casa y después yo llamaba y me decían: “ La señorita Haydeé no está”, hasta que un día la pesqué y estaba tan emocionado que hablaba con la boca abierta. Por esa ella me vio me dijo: “ Vocabulice, m’hijito, vocabulice “, y ahí comprendí que no había nada que hacer.
- ¿ Por qué no cuenta también lo que pasó, en estos gustos que tenía por las mujeres, con Martita, la vecina?
- Enfrente de casa había un conventillo y la menor de las Siete Razones, porque así llamaban a las siete hermanas, me hizo así ( seña de acercarse) con el dedo y me llevó a la esquina. La aburrí tanto que nunca más me quiso ver, pero me presentó a Martita, que parecía más animada. La llevé al campo a Martita y a una amiga de ella. Y mi profesor de box que se llamaba Duilio Bok , y le enseñó a manejar, se ponía nervioso y en vez de frenar aceleraba a y iba a una velocidad impresionante. Y apareció Martita, y cuando yo la quería más mía se hizo amiga de otra mujer y se desapareció en un Cadillac con un capot plateado enorme. Y se acabó la vida.
- ¿ Qué papel ocupa en su vida y su obra el amor y la muerte? - No tenemos nada que hacer, el amor es el tema central y la muerte es un a cosa inaceptable, porque la vida nos da una sensación de que es para siempre, y resignarse a no ver la luz del día siguiente me parece una cosa casi imposible.
- Pero su obra está más centrada en el tema del amor.
- Claro
- ¿ Y le ha preocupado el tema de la muerte?
- Claro que me preocupa: _ es inaceptable.
- ¿ Cuál de todas las obras suyas le parece la más lograda y por qué?
- Mis amigos más inteligentes dicen que El sueño de los héroes es el mejor libro mío. Yo prefiero Dormir al sol porque es un libro desprovisto de tragedia, de dolor Yo tengo la mente pesimista pero tengo un temperamento optimista que hace que me guste vivir. Por eso, me parece más fiel a mí Dormir al sol que el Sueño de los héroes o La invención de Morel que son historias donde la muerte está presente. - Es interesantísimo eso que usted dice de la mente pesimismo y del temperamento optimista. - Bueno, mi mente me dice “ No hay nada de qué estar contento ni de qué estar seguro porque la vida es Purísima. Morirán las personas que uno quiere y moriremos nosotros también “. Pero mi temperamento me dice que eso no importa tanto porque a cada minuto lo vivo con un optimismo especial. -
-¿ Y cómo era Borges en cuantto a optimismo y pesimismo? - Era mucho más pesimista que yo, de mente y de temperamento. ¿ Y eso influencia la obra? -
- No, los escritores hacemos morir a los peersonajes para dar un golpe trágico. Por eso somos unos grandísimos sinvergüenzas.
-Cuando usted contó el cuento de la bataclana me hizo acordar a la historia de Pedro Mairal, el ganador del Premio Clarín, del cual usted fue uno de los jurados. Es una historia parecida a la suya. - - Es más feliz la de él. Me pasó esto: lo empecé a leer a la mañana y acabé de leerlo a las nueve de la noche. Me parece que con esto está todo dicho. Me pareció muy lindo libro, muy superior a los otros. Me pasó algo raro: noté que había varios autores que escribían muy bien, pero que contaban historias absurdas en las que uno no podía creer. Me tocó un jurado que tenía 700 textos para revisar. Yo tuve solamente diez porque fui el segundo jurado. Pero algunos mandaban una novela en tres tomos con todo un argumento en el que uno se perdía. No sé... no me pareció nada inteligente que una persona que entra en un concurso mandara esos libros que iban a ser leídos por un jurado y después por la gente, en general.
- ¿ Qué valor tiene un concurso, un premio, o premios?
- Bueno, yo hablo por mi experiencia. Creo que los premios pueden cambiarle la vida a uno. Yo me he dado cuneta de que después de ganar el premio Cervantes la gente me tomaba la mano ( se aferra el brazo) y no me soltaban y me expresaban su afecto de todas maneras. Eso en España, donde la gente no me conoce porque no soy español, y después en la Argentina. Así que yo sentía que era más querido por la gente, y esa es una muy buena sensación.
- Pero pensaba en la subjetividad de los jurados, donde queda que un premio es aquello que a Bioy Casares lo hizo leer un libro de un tirón, que me parece un criterio maravilloso, pero finalmente es la subjetividad.
- Sí, pero bueno la subjetividad de un individuo que ha escrito toda la vida y se pide que se considere un poco lo técnico. -
- Pero a usted le ha ocurrido de entrar a uun concurso y tener la esperanza de ganar plata y obtener reconocimiento.
- Mire no tenía la más mínima idea de que iba a ganar el premio Cervantes. Fue para mí un salto o una cosa nueva. Yo estaba en España por primera vez y me hizo mucho bien.
- ¿ Qué opinión le merecen las novelas de las nuevas corrientes?
- De las nuevas corrientes se pueden marcar 4 o 5 autores que estoy de acuerdo en que están generando un género muy lindo
- ¿ Cuáles serían esos autores?
- Me pone en un aprieto... ¿ Cómo se llama el famoso? García Marques por ejemplo, es una persona muy inteligente, que escribe muy bien. Yo lo conocí en un viaje que hice a México y me hice muy amigo de él. Comíamos juntos casi todas las noches él con su señora y yo con ellos. Es una persona muy inteligente, y hay tres o cuatro escritores así, muy buenos. Y tres o cuatro escritores hacen una edad de oro. - ¿ Qué significó San Isidro para usted? ¿Andaba mucho por la casa de Victoria, andaba por el barrio?
- Tuve una novia que vivía acá en San Isidro todas las noches la traía a eso de las nueve y quería llegar a casa a las nueve y media, así que el camino de Buenos Aires a San Isidro lo hacía a 140 kilómetros por hora.
- ¿ De la casa de Victoria y demás, que recuerdos tiene?
- Algunas personas me han dejado un buen recuerdo. En general he ido como obligado y he conocido buenas personas, gente muy inteligentes y muy bien, y otros más tontos. ( Risas)
- ¿ En qué consistían esos recuerdos con esas celebridades que usted decía?
- Bueno, se estaba en el jardín, se iba al bajo de San Isidro y después estábamos en la casa. Todo previsible y evitable.
- ¿ Sería posible para un escritor escribir por encargo?
- No me parece mal, pero me parece que va a salir mejor, desde luego, algo que siente, algo que le haga sentir la necesidad de escribir ¿ No? Y le cuento otra historia de Victoria en Nueva York. Fuimos a NYC y ahí estaba Victoria. Del Puerto a la ciudad había un viaje de casi una hora. Entonces un señor negro nos ofreció su muy espléndido. Subimos Victoria, Silvia y yo, y de pronto Victoria dijo su palabra predilecta: “ No sean mierda, hablen con el señor que es inteligente “ Tratamos de hablar y de pronto vino otro coche a alta velocidad y tocó nuestro coche todo a lo largo. Bajó nuestro chofer y se quedó hablando con el negro que manejaba el otro coche, y Victoria se puso a decir de pronto: “¡Negros de mierda!” - ¿ Qué es lo que tiene en cuenta al plantear una historia en cuento o novela?
- Puede haber tiempos distintos pero también hay que evitar que el lector se aburra. Parece una cosa frívola, pero la verdad es que si el lector se aburre, el libro se cierra y se acabó. -
- García Márquez dice que estta bendita manía de contar se le transmitió su abuela, contando. ¿Y usted de dónde encontró estar bendita manía de contar?
- Escribiendo, nomás. García Marques me dijo que cuando leyó La Invención de Moral fue uno de los libros que lo animaron a escribir. Mis padres eran muy lectores. Leían sobre todo literatura francesa y mi madre, como yo le hablaba de libros ingleses, ella aprendió el inglés para leer y leía los primeros libros ingleses con diccionario al lado y apuntaba las palabras con el significado. Después ya leía con comodidad libros ingleses y americanos.
- De todos modos, la decisión de ser escritor era pelear contra de lo esperado por su familia.
- Mi padre era abogado, y cuando abandoné la carrera en tercer año de derecho tuve un pequeño drama en la casa. Y después cuando estudié Filosofía y Letras me sentí más lejos: era filosofía, y letras en ninguna parte, entonces también dejé eso, me fui al campo y ahí empecé a escribir. Pero tuve suerte. Tuve un buen ojo para encontrar un socio. Era un muchacho que ganaba un sueldo de 25$ mensuales, me pareció muy inteligente. Fue mi socio, y gracias a eso mi paso por el campo ese año no fue un desastre sino todo lo contrario. Yo recibí 2100 hectáreas y entregué después de años 3500 hectáreas, así que compré todas esas hectáreas con los que daba el campo, y debo reconocer que es un campo maula. No es un campo como los de Arrecifes o Pergamino. Es un campo de cría y nada más. -
- ¿Porqué usó el nombre de Domecq Pujata?
- Porque buscamos un nombre verdaderamente feo, hurgando en un mapa vimos “ Pujata” y dijimos “ Bueno, sí, parece bueno”. -( Señora del público) En el último libro de Sábado -“ Antes del fin”-- Sábato expresa una preocupación: ¿ Cuál es el estado del mundo que le estamos entregando a las nuevas generaciones, que los jóvenes ya no se arriesgan a ser padres? Esto a mí me conmovió, mucho. No sé qué opina usted.
- Sábato siempre ha sido un hombre muy pesimista. Hay que atribuirle un poco la frase a ese pesimismo, que es permanente. Yo lo conocí a Sábato mucho antes de que Borges lo conociera y somos amigos. No digo esto contra él: su mente fácilmente se deja llevar por impulsos pesimistas.
- ¿ Entonces usted cree en el progreso y cree que estamos mejor?
- En cuanto al progreso, creo que no tengo la menor duda. - ¿Qué cosas le siguen produciendo odio, indignación o vergüenza?
- A veces los gobernantes espantosos que hay esparcidos por todo el mundo. Esto es algo muy desagradable, y no se olvide que yo he vivido en la época de Hitler y Mussolini, que además parecían incontenibles...Parecía que iban a quedarse con el mundo.
- Qué cosa curiosa que tiene los tiranos contra los libros, que les resultan tan odiosos y tan peligrosos, porque ahí estaba su enemigo.
- Claro :el libro.
- ( Señora del público) Usted sabe que es muy querido y muy leído por las mujeres.
- No lo sé del todo, pero quiero oírlo seguido.
- Eso tiene que ver con su sentido del humor. No sé qué mujeres le dijeron que el humor aleja.
- Muchas gracias.
- Encontré un texto de García Márquez que dice que “ para mí, la estirpe de los cuenteros, esos venerables ancianos que recitan aventuras de Las Mil y Una Noches, esta estirpe es la única que no está condenada a sufrir cien años de soledad.” Muchísimas gracias. - Muchísimas gracias.

Una francesa ambiciosa en Buenos Aires

Por primera vez en su siglo y pico de existencia, la Alianza Francesa en la Argentina tiene una mujer como Directora General. Hace veinte años que Françoise Cochaud recorre el mundo en su labor didáctico-diplomática. Es egresada de la Sorbona, trabajó en la Dirección de Educación del Gobierno de París, en la Embajada de Francia en Dinamarca y fue Directora Adjunta de la Dirección de Lengua y Cultura en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia. Ahora le toca dirigir el intercambio cultural entre Francia y Argentina con puño femenino y unas infernales ganas de descubrir de qué se trata este país que la recibe con asombro...por ser la primera Deleguée Generale con cromosomas XX.

FOTOS Y POESÍA PARA ENTENDER AL MUNDO

Desde el 6 de abril, y por primera vez en sus 107 años de existencia en el país, la Alianza Francesa tiene una directora mujer . El cargo no es poca cosa : hay que regentear las actividades de cada una de las más de cien filiales y colegios adheridos que la Alianza tiene en todo el país, dirigir un trabajo orientado al intercambio cultural entre Argentina y Francia e intentar que el presupuesto cierre para realizar todas estas tareas. Françoise Cochaud tiene cuatro años por delante para hacer todo esto . No es la primera vez que lo hace, y sin embargo su llegada provocó un revuelo en la entidad. “ Me llamó mucho la atención de que apenas llegué a aquí , todo el mundo parecía revolucionado con la idea de que yo fuera mujer, cuando en otros países a nadie le importa tu sexo, sino si eres eficiente o no“, cuenta con una simpática mezcla de español de España, sustantivos italianos y verbos portugueses que a toda velocidad hilvana con acento francés. Françoise Cochaud tiene 45 juveniles años, sonrisa fácil, mirada tierna, gestos veloces y una energía que provoca un torbellino en todo lo que se encuentra a cinco metros a su alrededor. “ La tranquilidad no es mi idea de la vida. Ni del trabajo.”, explica, siempre riendo. De personalidad apasionada, llevó a cabo una carrera la convirtió en ciudadana del mundo y enamorada perdida de cada lugar que toca, de donde tiene que partir sufriendo desgarros no exentos de lágrimas. “ Pero el cambio es mi motor, por eso sigo adelante y no me quedo en un mismo lugar”. Por eso mismo asegura amar a Italia- donde estudió y enseñó de jovencita- casi tanto como a su Francia natal, “porque en Italia la gente es muy creativa y llena de imaginación”. Hablando de Estambul- donde también desarrrolló actividades culturales y educativas - también se apasiona diciendo que ffue una experiencia fabulosa y que pasó días enteros sacando fotos (otra de sus pasiones) tratando de encontrar en qué olas del Estrecho del Bósforo se halla esa línea invisible que separa Oriente de Europa y que sólo pudo registrar en blanco y negro, enfocando los rostros de los pasajeros que cruzan cotidianamente el Cuerno de Oro en enormes barcazas . “La fotografía es un lenguaje que adoro. En mi tesis en Didáctica de la Lengua de la Cultura en la Universidad de la Sorbona pude unir mis dos amores, la fotografía y la enseñanza de idiomas, en un estudio sobre fotografía aplicada a la enseñanza de la lengua y terminó editada en un libro llamado Fotolangages (Fotoidiomas)”. El libro se usa en Francia para enseñar idiomas en escuelas, universidades y en planes de comunicación de empresas. “Las fotos son un disparador de la comunicación.”, asegura. Sin embargo, a la hora de posar para Las 12 a Françoise le costó sentirse cómoda . Cuidó muy bien que no la retrataran junto a un póster de Air France estilo años ´40 donde un jet pasa sobre un hombre de turbante que lo mira azorado sentado junto a su choza de barro en el desierto africano. “No me retraten junto ese afiche de mensaje colonialista”, ruega a la fotógrafa, preocupada. Y se disculpa : “Todavía no tuve tiempo de cambiar la decoración de esta oficina”. Cuando termina la sesión fotógrafica, se confiesa: “Nunca dejo que me saquen fotos. Con mi currículum envío una foto mía a los cinco años, diciendo que en el fondo soy la misma. Siento que ser fotografiada tiene que ver con la muerte. ¿Cómo te van a congelar tu imagen en un segundo, si somos seres en constante movimiento? Detesto que me congelen en el tiempo. Vivo la vida con urgencia, sintiendo que hay que hacer mucho y pronto.” Ese “ hacer algo” es, en su poco tiempo libre, leer y leer lo más posible.“Estoy leyendo mucha poesía argentina: Juan Gelman, Alejandra Pizarnik, Borges y mi preferido absoluto, que es Roberto Juarróz. Siempre leo la poesía del lugar adonde voy porque es la mejor manera de entender un país y de aprender su idioma. Por más que la poesía habla de temas universales, el tratamiento de estos temas es distinto en cada país y muestra con enorme claridad el pensamiento local. La poesía es un concentrado de ideas, vida, energía y arte: es la síntesis perfecta para entender una cultura.”


DESCUBRIENDO A BUENOS AIRES
Pide de l´eau gazeuze para todas y al fin, se relaja y se sienta para contar sus primeras impresiones luego de su arribo a este confín del mundo:
- ¿Qué sintió al encontrar este asombro masculino con la llegada de una directora mujer ?
- Me sigue llamando mucho la atención que lo primero que se comente de mi es que soy mujer. Adoro serlo, no me gustaría nada ser hombre, pero no creo que haga la diferencia. Para mí es lo mismo trabajar con hombres o con mujeres. La diferencia radica en que sean capaces o no.
- ¿ En algún otro país provocó este asombro?
- No. Solamente un poco en Estambul, por razones obvias: es un país musulmán y las mujeres ahí no pueden hacer o decir ciertas cosas. Pero que los demás me reciban con este asombro no es algo que me preocupe. El problema no es mío , sino de los otros. Yo no pienso que hay una diferencia en la forma de trabajar de una mujer o de un hombre. La persona es competente o no lo es. Y eso no es masculino ni femenino. Mi idea es trabajar en equipo y cumplir objetivos. Eso no tiene nada que ver con el hecho de ser mujer.
- ¿ Cómo piensa encarar su gestión?
- Primero me estoy tomando un tiempo para ver en qué estado está todo y saber por dónde empezar . En el Ministerio tenía un equipo de 14 personas y aprendí a organizar las cosas, arreglar lo que está mal, impulsar lo que funciona bien y hacer reuniones para que todos se enteren de qué es lo que quiero. Busco la transparencia porque muchos problemas salen cuando los otros no entienden qué es lo que quieres hacer. Las cosas cerradas traen problemas, y lo que quiero es construir algo juntos. Nadie hace nada solo. En mi gestión quiero dar motivaciones para aprender francés y consolidar el puente cultural entre Francia y Argentina. Y quiero convertir a la Alianza en un lugar de encuentro abierto a todo el público. Me preocupa que la gente sólo quiera saber inglés , porque todos los idiomas nos abren la cabeza. Los idiomas son tesoros únicos, son lentes con los cuales vemos el mundo de distinta manera Cada idioma nos abre una nueva dimensión, una nueva forma de pensar. Yo misma cuando hablo en italiano me transformo en otra persona y digo cosas que jamás diría en francés. No pararía jamás de aprender idiomas.
- Su trabajo la obliga a vivir viajando. Sin embargo, realizó viajes personales a lugares tan extraños como Djibouití, Islandia y Afganistán.¿A qué se debe ese afán constante de descubrimiento? -
- Siempre busqué lugares poco conocidos, con espacios grandes y fuertes como volcanes y desiertos. Islandia me impactó profundamente con su contraste de montañas negras y amarillas, los cráteres, los géiseres, poca gente y nada de árboles. Es una tierra llena de fuego y lava que brota como ríos a cielo abierto, llena de violencia positiva. Me golpeó con su fuerza telúrica y entendí que estamos en un planeta vivo y fuerte, increíblemente activo. Y me pasó una cosa impresionante: estuve allí dos meses de verano que fueron de luz permanente, en los que nunca se puso el sol . Cuando volví a Francia y vi la noche tuve un miedo atroz a la oscuridad. Fue una experiencia aterradora que me duró sólo ese primer día, pero que me impactó muchísimo.
- ¿ Llega a conocer a fondo a la gente de cada lugar que visita?
- Siempre quiero saber dónde estoy, cómo es la gente, cómo es la cultura. En todas partes he dejado queridísimos amigos. Me encanta descubrir las características de cada país. Los islandeses, por ejemplo, son gente muy directa y abierta, y existe una igualdad total entre hombres y mujeres (su presidenta es mujer) tal como pasa en Escandinavia., donde la licencia por maternidad la pueden tomar tanto las madres como los padres.
- ¿Quién la acompaña en tantos viajes? - Adonde voy llevo todo lo que necesito: mi marido, mis cuadros y mis libros.
- ¿ Tuvo hijos?
- No quise tener hijos porque me encantan sólo prestados: en cuanto lloran prefiero devolvérselos a la madre. Mi marido, por suerte, coincide en el sentimiento.
- ¿Su marido es francés?
- No. Es un escritor cubano llamado Joel Franz Rosell que nació el mismo año que yo...pero yo nací antes porque siempre estoy más apurada.(Ríe, divertida) Lo conocí de una manera muy particular . Mientras trabajaba en Brasil hice un viaje de diez días a Cuba para asistir al Festival de Cine Latinoamericano. El día que llegué me encontré con él en una librería. Lo ví y supe que era él. A los diez días nos casamos, pero hubiéramos podido casarnos al día siguiente. De ahí viajé a Francia y luego estuve seis meses en Brasil ya casi sin recordar con quién me había casado. Desde que vino conmigo hace 11 años me acompaña a todas partes. Si alguien me decía que me iba a pasar algo así jamás le hubiera creído, pero ese casamiento fue una de las poquísimas certezas que tuve en mi vida. Tampoco se puede decir que fue suerte: fue algo muy simple y obvio, que tenía que suceder.
- ¿Por qué después de trabajar en un Ministerio prefirió estar siempre cambiando de país de residencia ?
- El trabajo en el Ministerio de Relaciones Exteriores era apasionante, pero yo buscaba algo más concreto que implicara pasar de las teorías a los hechos en directo, estando allí. Me cansé de manejar cosas a la distancia . Esto es mucho más real, y los resultados son inmediatos .Además creo que es necesario salir del propio país para entenderlo más. Cuando uno está adentro no lo ve en perspectiva. Y yo entendí mejor a Francia estando lejos de ella.
- ¿ Qué descubrió de Francia estando lejos?
- París es muy distinto del resto de Francia y, como es la ciudad que más conozco, me limito a hablar de ella. Lo que me fascina de París es que supo unir y aprovechar las diferentes culturas que forman esa ciudad y que se fueron integrando como parte de ella. Lejos de rechazar lo extranjero, París lo incorporó a su cultura. Allí se pueden ver espectáculos hindúes, escuchar música japonesa, asistir a una fiesta africana y bailar danzas latinoamericanas. El encuentro de muchas culturas integrando una misma ciudad creo que es algo muy parisino y que extraño mucho. Yo no sé si en muchas otras ciudades se puede comer comida japonesa y luego escuchar música hindú.
- ¿Por qué eligió ser Directora General de la Alianza Francesa de Buenos Aires y no en otro país?
- Por dos motivos: en primer lugar quería un destino en el continente americano porque es el que más me interesa. Viví cuatro años en Brasil y los viví como una experiencia volcánica en un lugar con una fuerza arrolladora. En segundo lugar, conocí a Buenos Aires en un paseo que hice en 1990 y me fascinó encontrar una ciudad que tenga tantas librerías, una al lado de la otra y todas abiertas a la noche. Eso es algo muy particular de esta ciudad, único en el mundo. Además me intrigó profundamente su personalidad tan extraña: no tiene nada que ver con las demás capitales americanas, no es indígena pero tampoco es Europa, uno mira el mapa y parece que hubiera mar, pero llega y no encuentra el agua por ningún lado. Buenos Aires se parece en ciertas cosas a otras capitales, pero a la vez es bien distinta. Por ahora sólo puedo definirla por lo que no es: no es Roma,. no es París, no es Santiago de Chile ...Tiene millones de cosas que no entiendo y que quiero descubrir. -
- ¿Cómo ve a la mujer argentina?
-Esa es otra de las cosas que quiero descubrir. Como primera impresión , parece que las apariencias son muy importantes en este lugar. Tengo la sensación de que acá la imagen personal importa mucho más que en otras partes de América Latino, donde no se juzga a las personas tanto por su aspecto como por su competencia y creatividad. Tantas mujeres elegantes y coquetas por todas partes es algo muy agradable de ver, pero no sé qué es lo que esconde. Tengo mucho por descubrir en este país. En primer lugar , lo que quiero es convertir a la Alianza en un sitio cultural abierto al público, un lugar de reunión masiva para todos, un ambiente que atraiga a los jóvenes y que conecte a la Argentina con Francia de modo que todo lo realizado durante mi gestión impresione más que el hecho de ser la primera directora mujer.
Françoise sonríe nuevamente y parte rauda hacia otra importante entrevista de trabajo. No es algo que se advierta con la vista, pero da la impresión que su paso produce un revuelo de energías concentradas que remueve todos los papeles.

En busca de la mirada ajena

En la naturaleza hay especies animales solitarias y otras más gregarias.
Los seres humanos somos una especie que tarda mucho en madurar para autoabastecerse: somos los más lerdos de los monitos. Somos parientes cercanos de los simios, y como ellos, tenemos un arraigado esquema de organización social que intuimos como “el modo políticamente correcto de vivir “. Llevamos grabado en nuestros genes la noción de que estar en grupo garantiza la supervivencia. Y por eso entendemos que estar solo es peligroso.
Los monos viven en grupo. El mayor castigo al mono transgresor, el que se comporta de manera “antisocial”, es expulsarlo del grupo. Esto significa la muerte, porque un animal sólo en la selva termina siendo víctima de los predadores, ya que no cuenta con los gritos de alerta ante el peligro de sus pares , ni con la ayuda de los demás para acelerar la huida, para buscar comida o para espantar a las fieras. En la soledad de la ciudada moderna ocurre lo mismo. Si vives con alguien y suena el timbre, tienes a alguien que te advierte : “ No atiendas , que es el cobrador del club” . Pero si estás solo, abres la puerta pensando que es un amigo, y no tienes más remedio que pagarle la cuota al cobrador, lo que te duele igual a ser atrapado por un depredador selvático.
En el fondo de nuestro ser sentimos que la compañía significa seguridad y tranquilidad: hay otro más con quien gritarle a dúo al mecánico que te hizo un desastre en el motor del auto. Las mujeres solas conocen bien que diferencia hay entre llamar a un plomero preguntando cuando van a venir a reparara el caño roto y llamarlo mintiendo“pregunta mi marido cuando va a venir “ . El plomero accede a repararte un caño diez veces más rapido cuando sabe que hay dos del otro lado del teléfono . Asi que uno en el fondo sabe que la soledad equivale a chapalear tres semanas en una casa con un caño roto, para colmo sin que nadie se divierta con la patética escena. Como monos y payasos que somos, la soledad no es nuestro estado natural. Estar solo significa que nadie nos está mirando. Y a eso lo sentimos como un equivalente a “no existir”.Necesitamos de la mirada del otro para saber que existimos[1]. Que el otro nos registre nos hace sentir más vivos, y de paso nos indica cuando no combinamos bien la ropa, cuando tenemos el cierre abierto y cuando hay una mancha en la parte trasera del saco. De la importancia de la mirada del otro sale la importancia que muchos le dan al hecho de aparecer en televisión, que popularizó la frase “Si no estás en la tele, no existes “. Sentimos que el que está en la televisión existe más que los otros, porque es mirado por muchas más personas al mismo tiempo. Todo el mundo que no padezca una timidez patológica se muere por salir en la tele, porque a su vez a la gente le encanta conocer gente que sale en la tele. Si sales en la tele, te vuelvas mas popular, y ser popular significa estar más acompañado y que te ataquen menos leopardos en la selva , o que haya más gente que te avise que llegó el cobrador del club .
Los artistas famosos son los que más disfrutan de la fama. Se llenan de felicidad y adrenalina al estar enfrente de un montón de cámaras de fotos. Imagina lo diferente que es estar hojeando una revista sentada en el baño, a estar en un estadio aplaudida por 100.000 almas, como lo que habitaulamnete le sucede a Madonna en sus giras. Para los artistas es durísimo tener que bajarse del escenario para caer en la soledad de un hotel , o de su casa donde un marido indiferente le pregunta “ ¿Que tal te fue?” sin dejar de mirara la tele.Es por eso que tantas celebridades caen en problemas de drogas y alcohol para palira la soledada post show. ¿Qué sentido tiene el resto de tu vida después de que te han aplaudido diez mil personas? ¿ Que feedback social te compensa eso? ¿ Llamar a tu mami por telefono te lo compensa? ¡ No hay ser humano que pueda compensarte tanta atención toda junta! Y es por eso que tantos famosos se divorcian una y otra vez : ¡su pobre pareja no puede aplaudirlos con 5000 manos!
Es por esto que los antiguos romanos, a los héroes de guerra y los atletas olímpicos los llevaba a pasear en cuadriga por la ciudad mientras todo el pueblo los vitoreaba, mientras un hombre sostenía sobre su cabeza una corana de laureles y le susurraba al oído “ recuerda que solo eres un hombre , recuerda que sólo eres un hombre” . Todo artista sabe que si no mantiene un cable a tierra y la cabeza bien puesta en las cosas de la vida cotidiana, se le vuela el ego tan lejos que no lo puede alcanzar, y luego se arriesga a caer de demasiada altura, y a hacerse un tremendo daño con el golpe .

[1] Lo aseguran los filósofos Jean Paul Sartre y Marc Auge, entre otros.