El cineasta Pedro Almodóvar se queja de la fama diciendo que “es como un bofetón que te descoloca totalmente y convulsiona todos los aspectos de tu vida. Por positivo que sea, el éxito es un huracán que zarandea toda tu vida, en mi caso para mal , personal y profesionalmente . Yo había elegido esta profesiónn para mirar , y es a mí a quien se mira .El éxito implica una pérdida enorme, porque antes de que vivir siendo observado prefieres replegarte en tu casa y no salir .La popularidad te condena a una soledad espantosa.”
John Travolta estuvo en shock cuando el éxito en cine lo llevó a que desde 1975 la gente no parara de mirarlo : “Todo el mundo estaba pendiente de mí , era muy delirante todo eso. Todos presuponen que por ser famoso uno es arrogante , pero un día salí con mi Jaguar rojo por el Sunset Boulevard , el auto se quedó parado y tuve que bajar a empujarlo. Todo el mundo se rió , y el asunto se volvió insoportable . No puedo terminar de creerme lo de la estrella de cine”.
Charly García vive en Santa Fé y Coronel Díaz , y confesó que su sueño más preciado es “ser presidente del shopping Alto Palermo”, que queda en la Avenida Santa Fé y Coronel Díaz , frente a su casa , desde donde tiene una vista panorásmica del mismo , pero no puede entrar sin que lo corran multitudes . “Con lo que me gusta Buenos Aires , cuando salgo a la calle a mirarla no veo nada, porque todos, incluído Buenos Aires, me miran a mí “
Lo mismo le pasa al actor Juan Darthés , que dijo que “no puedo mirar vidrieras, porque la gente me para , me mira, me interrumpe, no me deja moverme. Querría ir a un shopping , pero no puedo.” Mario Pergolini ,por su parte , definió ir a un shopping como “experiencia de mierda”.
Chiche Gelblung dice que ya le harta bastante que la gente lo reconozca : “Es insoportable esa sensación de “monkey on the face”, que es cuando la gente se te queda mirando como si uno tuviera monos en la cara . Te miran fijo , y no sé qué pretenden descubrir. Es insoportable también para la familia y los amigos de uno . No podemos ir a un restaurante y comer tranquuilo sin que tengamos todos - no sólo yo - los ojops de la gente encima. Uno ya está acostumbrado a eso, pero para los que me acompañan debe ser una sensación bastante molesta , y no me agrada tener que hacerlos pasar por eso . Entonces terminamos llendo a lugares tranquilos adonde no va nadie. A mi hija la llevo siempre a la primera función de los cines, que es cuando están vacíos . Y jamás voy al teatro.”
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