-Da la sensación de que ganar tantos Oscar y Grammy no te cambiaron. ¿Cuál es la fórmula para no perder el norte?
-Esas son cosas que aprendí de mi viejo y de mi casa. Además, los reconocimientos más grandes los tuve en los últimos diez o quince años. Si me hubiera pasado cuando tenía 30 años, tal vez, me hubiera pegado de otra manera. Nunca hice nada para ganarme un premio, ni nunca hice nada por el dinero. Y soy consciente de que mi trabajo tiene dos cosas: una tiene que ver con el sudor y con estar comprometido, y otra está relacionada con que, como cualquier artista, uno es como una antena que baja todas las influencias del medio y las transmite al público. En el momento en que empezás a creer que sos vos, empiezan los problemas. Soy consciente de que tengo ese don y siempre espero afectar positivamente a la gente, que esto sirva para el bien. Pero no me interesa lo otro, es una torpeza y una pérdida de tiempo. ¿Por qué ganarte un Oscar o dos Oscar te tiene que convertir en un idiota?
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1333048
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