sábado, 25 de octubre de 2008

Una francesa ambiciosa en Buenos Aires

Por primera vez en su siglo y pico de existencia, la Alianza Francesa en la Argentina tiene una mujer como Directora General. Hace veinte años que Françoise Cochaud recorre el mundo en su labor didáctico-diplomática. Es egresada de la Sorbona, trabajó en la Dirección de Educación del Gobierno de París, en la Embajada de Francia en Dinamarca y fue Directora Adjunta de la Dirección de Lengua y Cultura en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia. Ahora le toca dirigir el intercambio cultural entre Francia y Argentina con puño femenino y unas infernales ganas de descubrir de qué se trata este país que la recibe con asombro...por ser la primera Deleguée Generale con cromosomas XX.

FOTOS Y POESÍA PARA ENTENDER AL MUNDO

Desde el 6 de abril, y por primera vez en sus 107 años de existencia en el país, la Alianza Francesa tiene una directora mujer . El cargo no es poca cosa : hay que regentear las actividades de cada una de las más de cien filiales y colegios adheridos que la Alianza tiene en todo el país, dirigir un trabajo orientado al intercambio cultural entre Argentina y Francia e intentar que el presupuesto cierre para realizar todas estas tareas. Françoise Cochaud tiene cuatro años por delante para hacer todo esto . No es la primera vez que lo hace, y sin embargo su llegada provocó un revuelo en la entidad. “ Me llamó mucho la atención de que apenas llegué a aquí , todo el mundo parecía revolucionado con la idea de que yo fuera mujer, cuando en otros países a nadie le importa tu sexo, sino si eres eficiente o no“, cuenta con una simpática mezcla de español de España, sustantivos italianos y verbos portugueses que a toda velocidad hilvana con acento francés. Françoise Cochaud tiene 45 juveniles años, sonrisa fácil, mirada tierna, gestos veloces y una energía que provoca un torbellino en todo lo que se encuentra a cinco metros a su alrededor. “ La tranquilidad no es mi idea de la vida. Ni del trabajo.”, explica, siempre riendo. De personalidad apasionada, llevó a cabo una carrera la convirtió en ciudadana del mundo y enamorada perdida de cada lugar que toca, de donde tiene que partir sufriendo desgarros no exentos de lágrimas. “ Pero el cambio es mi motor, por eso sigo adelante y no me quedo en un mismo lugar”. Por eso mismo asegura amar a Italia- donde estudió y enseñó de jovencita- casi tanto como a su Francia natal, “porque en Italia la gente es muy creativa y llena de imaginación”. Hablando de Estambul- donde también desarrrolló actividades culturales y educativas - también se apasiona diciendo que ffue una experiencia fabulosa y que pasó días enteros sacando fotos (otra de sus pasiones) tratando de encontrar en qué olas del Estrecho del Bósforo se halla esa línea invisible que separa Oriente de Europa y que sólo pudo registrar en blanco y negro, enfocando los rostros de los pasajeros que cruzan cotidianamente el Cuerno de Oro en enormes barcazas . “La fotografía es un lenguaje que adoro. En mi tesis en Didáctica de la Lengua de la Cultura en la Universidad de la Sorbona pude unir mis dos amores, la fotografía y la enseñanza de idiomas, en un estudio sobre fotografía aplicada a la enseñanza de la lengua y terminó editada en un libro llamado Fotolangages (Fotoidiomas)”. El libro se usa en Francia para enseñar idiomas en escuelas, universidades y en planes de comunicación de empresas. “Las fotos son un disparador de la comunicación.”, asegura. Sin embargo, a la hora de posar para Las 12 a Françoise le costó sentirse cómoda . Cuidó muy bien que no la retrataran junto a un póster de Air France estilo años ´40 donde un jet pasa sobre un hombre de turbante que lo mira azorado sentado junto a su choza de barro en el desierto africano. “No me retraten junto ese afiche de mensaje colonialista”, ruega a la fotógrafa, preocupada. Y se disculpa : “Todavía no tuve tiempo de cambiar la decoración de esta oficina”. Cuando termina la sesión fotógrafica, se confiesa: “Nunca dejo que me saquen fotos. Con mi currículum envío una foto mía a los cinco años, diciendo que en el fondo soy la misma. Siento que ser fotografiada tiene que ver con la muerte. ¿Cómo te van a congelar tu imagen en un segundo, si somos seres en constante movimiento? Detesto que me congelen en el tiempo. Vivo la vida con urgencia, sintiendo que hay que hacer mucho y pronto.” Ese “ hacer algo” es, en su poco tiempo libre, leer y leer lo más posible.“Estoy leyendo mucha poesía argentina: Juan Gelman, Alejandra Pizarnik, Borges y mi preferido absoluto, que es Roberto Juarróz. Siempre leo la poesía del lugar adonde voy porque es la mejor manera de entender un país y de aprender su idioma. Por más que la poesía habla de temas universales, el tratamiento de estos temas es distinto en cada país y muestra con enorme claridad el pensamiento local. La poesía es un concentrado de ideas, vida, energía y arte: es la síntesis perfecta para entender una cultura.”


DESCUBRIENDO A BUENOS AIRES
Pide de l´eau gazeuze para todas y al fin, se relaja y se sienta para contar sus primeras impresiones luego de su arribo a este confín del mundo:
- ¿Qué sintió al encontrar este asombro masculino con la llegada de una directora mujer ?
- Me sigue llamando mucho la atención que lo primero que se comente de mi es que soy mujer. Adoro serlo, no me gustaría nada ser hombre, pero no creo que haga la diferencia. Para mí es lo mismo trabajar con hombres o con mujeres. La diferencia radica en que sean capaces o no.
- ¿ En algún otro país provocó este asombro?
- No. Solamente un poco en Estambul, por razones obvias: es un país musulmán y las mujeres ahí no pueden hacer o decir ciertas cosas. Pero que los demás me reciban con este asombro no es algo que me preocupe. El problema no es mío , sino de los otros. Yo no pienso que hay una diferencia en la forma de trabajar de una mujer o de un hombre. La persona es competente o no lo es. Y eso no es masculino ni femenino. Mi idea es trabajar en equipo y cumplir objetivos. Eso no tiene nada que ver con el hecho de ser mujer.
- ¿ Cómo piensa encarar su gestión?
- Primero me estoy tomando un tiempo para ver en qué estado está todo y saber por dónde empezar . En el Ministerio tenía un equipo de 14 personas y aprendí a organizar las cosas, arreglar lo que está mal, impulsar lo que funciona bien y hacer reuniones para que todos se enteren de qué es lo que quiero. Busco la transparencia porque muchos problemas salen cuando los otros no entienden qué es lo que quieres hacer. Las cosas cerradas traen problemas, y lo que quiero es construir algo juntos. Nadie hace nada solo. En mi gestión quiero dar motivaciones para aprender francés y consolidar el puente cultural entre Francia y Argentina. Y quiero convertir a la Alianza en un lugar de encuentro abierto a todo el público. Me preocupa que la gente sólo quiera saber inglés , porque todos los idiomas nos abren la cabeza. Los idiomas son tesoros únicos, son lentes con los cuales vemos el mundo de distinta manera Cada idioma nos abre una nueva dimensión, una nueva forma de pensar. Yo misma cuando hablo en italiano me transformo en otra persona y digo cosas que jamás diría en francés. No pararía jamás de aprender idiomas.
- Su trabajo la obliga a vivir viajando. Sin embargo, realizó viajes personales a lugares tan extraños como Djibouití, Islandia y Afganistán.¿A qué se debe ese afán constante de descubrimiento? -
- Siempre busqué lugares poco conocidos, con espacios grandes y fuertes como volcanes y desiertos. Islandia me impactó profundamente con su contraste de montañas negras y amarillas, los cráteres, los géiseres, poca gente y nada de árboles. Es una tierra llena de fuego y lava que brota como ríos a cielo abierto, llena de violencia positiva. Me golpeó con su fuerza telúrica y entendí que estamos en un planeta vivo y fuerte, increíblemente activo. Y me pasó una cosa impresionante: estuve allí dos meses de verano que fueron de luz permanente, en los que nunca se puso el sol . Cuando volví a Francia y vi la noche tuve un miedo atroz a la oscuridad. Fue una experiencia aterradora que me duró sólo ese primer día, pero que me impactó muchísimo.
- ¿ Llega a conocer a fondo a la gente de cada lugar que visita?
- Siempre quiero saber dónde estoy, cómo es la gente, cómo es la cultura. En todas partes he dejado queridísimos amigos. Me encanta descubrir las características de cada país. Los islandeses, por ejemplo, son gente muy directa y abierta, y existe una igualdad total entre hombres y mujeres (su presidenta es mujer) tal como pasa en Escandinavia., donde la licencia por maternidad la pueden tomar tanto las madres como los padres.
- ¿Quién la acompaña en tantos viajes? - Adonde voy llevo todo lo que necesito: mi marido, mis cuadros y mis libros.
- ¿ Tuvo hijos?
- No quise tener hijos porque me encantan sólo prestados: en cuanto lloran prefiero devolvérselos a la madre. Mi marido, por suerte, coincide en el sentimiento.
- ¿Su marido es francés?
- No. Es un escritor cubano llamado Joel Franz Rosell que nació el mismo año que yo...pero yo nací antes porque siempre estoy más apurada.(Ríe, divertida) Lo conocí de una manera muy particular . Mientras trabajaba en Brasil hice un viaje de diez días a Cuba para asistir al Festival de Cine Latinoamericano. El día que llegué me encontré con él en una librería. Lo ví y supe que era él. A los diez días nos casamos, pero hubiéramos podido casarnos al día siguiente. De ahí viajé a Francia y luego estuve seis meses en Brasil ya casi sin recordar con quién me había casado. Desde que vino conmigo hace 11 años me acompaña a todas partes. Si alguien me decía que me iba a pasar algo así jamás le hubiera creído, pero ese casamiento fue una de las poquísimas certezas que tuve en mi vida. Tampoco se puede decir que fue suerte: fue algo muy simple y obvio, que tenía que suceder.
- ¿Por qué después de trabajar en un Ministerio prefirió estar siempre cambiando de país de residencia ?
- El trabajo en el Ministerio de Relaciones Exteriores era apasionante, pero yo buscaba algo más concreto que implicara pasar de las teorías a los hechos en directo, estando allí. Me cansé de manejar cosas a la distancia . Esto es mucho más real, y los resultados son inmediatos .Además creo que es necesario salir del propio país para entenderlo más. Cuando uno está adentro no lo ve en perspectiva. Y yo entendí mejor a Francia estando lejos de ella.
- ¿ Qué descubrió de Francia estando lejos?
- París es muy distinto del resto de Francia y, como es la ciudad que más conozco, me limito a hablar de ella. Lo que me fascina de París es que supo unir y aprovechar las diferentes culturas que forman esa ciudad y que se fueron integrando como parte de ella. Lejos de rechazar lo extranjero, París lo incorporó a su cultura. Allí se pueden ver espectáculos hindúes, escuchar música japonesa, asistir a una fiesta africana y bailar danzas latinoamericanas. El encuentro de muchas culturas integrando una misma ciudad creo que es algo muy parisino y que extraño mucho. Yo no sé si en muchas otras ciudades se puede comer comida japonesa y luego escuchar música hindú.
- ¿Por qué eligió ser Directora General de la Alianza Francesa de Buenos Aires y no en otro país?
- Por dos motivos: en primer lugar quería un destino en el continente americano porque es el que más me interesa. Viví cuatro años en Brasil y los viví como una experiencia volcánica en un lugar con una fuerza arrolladora. En segundo lugar, conocí a Buenos Aires en un paseo que hice en 1990 y me fascinó encontrar una ciudad que tenga tantas librerías, una al lado de la otra y todas abiertas a la noche. Eso es algo muy particular de esta ciudad, único en el mundo. Además me intrigó profundamente su personalidad tan extraña: no tiene nada que ver con las demás capitales americanas, no es indígena pero tampoco es Europa, uno mira el mapa y parece que hubiera mar, pero llega y no encuentra el agua por ningún lado. Buenos Aires se parece en ciertas cosas a otras capitales, pero a la vez es bien distinta. Por ahora sólo puedo definirla por lo que no es: no es Roma,. no es París, no es Santiago de Chile ...Tiene millones de cosas que no entiendo y que quiero descubrir. -
- ¿Cómo ve a la mujer argentina?
-Esa es otra de las cosas que quiero descubrir. Como primera impresión , parece que las apariencias son muy importantes en este lugar. Tengo la sensación de que acá la imagen personal importa mucho más que en otras partes de América Latino, donde no se juzga a las personas tanto por su aspecto como por su competencia y creatividad. Tantas mujeres elegantes y coquetas por todas partes es algo muy agradable de ver, pero no sé qué es lo que esconde. Tengo mucho por descubrir en este país. En primer lugar , lo que quiero es convertir a la Alianza en un sitio cultural abierto al público, un lugar de reunión masiva para todos, un ambiente que atraiga a los jóvenes y que conecte a la Argentina con Francia de modo que todo lo realizado durante mi gestión impresione más que el hecho de ser la primera directora mujer.
Françoise sonríe nuevamente y parte rauda hacia otra importante entrevista de trabajo. No es algo que se advierta con la vista, pero da la impresión que su paso produce un revuelo de energías concentradas que remueve todos los papeles.

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